Nuestro futuro depende
de como entendamos el pasado.
Gustavo A. Cerati

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Bariloche 20.11

Después de haber vivido una semana de locura, alegría, despreocupaciones,
Vuelvo a casa.
Cantos, gritos, bailes, pasos, risas, jodas, asombros...
Todo eso rodeado de un paisaje inolvidablemente hermoso.
Viajar en un micro durante 24 hs. cantando, o durmiendo quizas.
Conocimos a 22 amigos mas, 20 compañeros del Feliz Bogado y 2 coordinadores exelentes.
Llegamos? si, cansados pero exitados, entrar al Bella Vista gritando completamente extaciados.
Nos acomodamos en nuestras habitaciones, elegimos nuestras camas por una semana, nos instalamos.
Cada dia acompañado por un clima diferente, perfecto.
Despues de cada dia alocado, volviamos a nuestra casa provisoria, pero nuestra casa al fin.
Nos duchabamos en nuestro baño de nuestra habitacion, para depsues cenar en nuestro comedor, la rica comida que nos preparaban los mejores cocineros de bariloche.
Subiamos corriendo para alistarnos para una noche inolvidable de baile, lasers, musica, bebidas, amigos.
Despues de bailar hasta que nos echen, corriamos al up point para que Leo nos espere con sus panchos...
Dormir? Lo que se podia, por que cuando cerrabas los ojos podias escuchar las patadas en la puerta de tu habitacion "arriba, 20 minutos, ropa de nieve y mucho abrigo"
Al principio era una tortura, pero solo duraba unos 5 minutos, hasta que caias otra vez qu eestaba en bariloche a punto de ir a conocer el cerro catedral.
Con un cuatri o un terrible disfraz de guerrero y un arma de paintball, o simplemente con nieve, la diversion era la mejor !
Y una vez mas se repetia la historia, llegar, bañarse, comer, vestirse, boliche.
Pero cada noche fue distinta no solo por que fueron distintos lugares sino por que tenian un encanto distinto, cada noche fue la mejor, la irrepetible e inolvidable.
Al grito de "porongos" cada uno dejaba el alma para demostrar que su banda era la mejor banda.
Hasta que llego el dia...
La ultima noche, donde a todos se les emocionaron hasta las lagrimas.
Ultima noche de locura y de girar por todas las habitaciones del hotel.
Despues de haber dormido poco... Llego la hora de despertar... armar el bolso, donde nada encontraba su lugar.
Se veian miradas de satisfaccion, pero nostalgia.
Luego de un rato, nos encontrabamos sentados en ese micro, otra vez.
Cerramos los ojos... para abrirlos donde empezamos.
Despedimos a nuestros amigos.
Recibidos por nuestros padres.
Llegamos a casa.
Y no paramos de revivir momentos. Nadie dejo Bariloche atras.

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